jueves, 14 de mayo de 2015

GLORIA A UN VALIENTE, GLORIA Y TRAGEDIA DE JIMÉNEZ FORTES

Era tarde de cara o cruz para Saúl Jiménez Fortes. Fue tarde de cara y de cruz para él. Gloria para su sentimiento de torero, capaz de enterrarse en la arena hasta los tobillos, con la muleta por bandera al vendaval, con el corazón al viento, con su ambición puesta al servicio del arte de torear, de retar al toro, de poner la piel de gallina a los públicos, siempre ávidos de emociones. La portagayola, allí, en el mismo sitio de donde recogió al compañero Mora reventado. Borrando fantasmas, pasando líneas, dominando el estaquillador de la indómita muleta, dejando pasar a Alondro por donde quisiera pasar, pero siempre cerca, cerca, más cerca, que es por donde los públicos sienten. Era la cara, la gloria cercana, aun fría, cuando Fortes no cedía un palmo, con su pecho al frente, con los pies atornillados. Y Madrid rendida cuando se enroscó a la cintura al tal Alondro por bernadinas milagrosas. Y un espadazo entero yéndose detrás del frío acero y poner así Las Ventas a hervir.


Era la gloria de un valiente a carta cabal, la gloria de uno que no quiere ser uno más, la gloria de un tío dispuesto a todo por lograr su sueño. La gloria de un torero de los pies a la cabeza que sabe de qué va esto, que lleva doce cornadas y es sabedor de que a la vuelta de la esquina espera aviesa la siguiente, quién sabe con qué intenciones. Pronto las develó Saúl.

Saúl paseó su oreja, saboreó a Madrid rendido, ese Madrid que se había aburrido con Uceda y Silveti, con dos actuaciones grises, opacas, tesoneras, sucias por el viento e intrascendentes. Y dos capítulos más así le sucedieron, con un calamocheante castaño con el que Uceda se atascó a espadas, sí, a espadas, donde él es rey. Y uno colorado, de cierto buen estilo, que se antojó tontorrón en Madrid, que es lo que ocurre aquí cuando el torero no pone una sobredosis de arte o de valor. Tiró de raza el maltrecho Silveti y, por fortuna, fue volteado sin mayor desgracia.

La tarde era de Saúl Jiménez Fortes. Su tarde de cara o cruz. Allí se postró otra vez, en la puerta de los miedos, de las tragedias que dejan huella y de las ovaciones efímeras. Allí se fue un valiente, en busca de su destino. Y allí encontró Fortes felicidad, lances resueltos, ovación y esperanza ante un feo, grandón, atigrado y montado bicho de 640 kilos. Era su sueño en presente. Allí estaba, con un toro contrahecho y nacido para una pesadilla, pero todo fluyendo sobre carriles hacia la ansiada, prometida, buscada, anhelada y sufrida gloria.

Toraco para adelante, salida torera, dominadora y de apuesta, ayudando a caminar al buey. Y distancia, el medio pecho, la suerte cargada y los topetazos encontrando tela a derechas. Pues será a izquierdas, por naturales, con la de los billetes, la conectada al corazón. Toro, ven. Y allá que fue para encontrarse con un tío entero puesto en la vía donde se encuentra la gloria a costa de jugarse la tragedia. Y el buey se echó al valiente a los lomos como un guiñapo. Y en el suelo, esta vez sí humilló, le hundió el pitón por el cuello. Se palpaba lo peor, la tragedia irreversible, era la cruz de Fortes, la trece, que traía la guadaña vestida de negro y que se llevó por delante el día que Madrid vio y disfrutó por entero a un valiente, a un tío, a un torero, ni más ni menos.

El sufrimiento no es derrota sino parte de la gloria y el tributo que pagan los que están dispuestos a honrar este noble arte de la tauromaquia. Tu tarde dedicada a David Mora. Gloria a un valiente, gloria a un torero. Gloria, Saúl Jiménez Fortes.



FICHA
Madrid, jueves 14 de mayo de 2015. Toros de Fidel San Román (1º) y Salvador Domecq. Bien presentados pero deslucidos. Tercero y quinto se dejaron más, aunque escasos de fuerza.
Uceda Leal (ciruela y oro): silencio, pitos tras aviso y silencio por el que mató por Fortes.
 Diego Silveti (azul noche y oro): silencio en ambos.
Jiménez Fortes (verde hoja y oro): oreja tras aviso y herido.
Entrada: Tres cuartos de plaza.

PARTE FACULTATIVO DE JIMÉNEZ FORTES.-"Dos heridas por asta de toro, una en región cervical derecha con trayectoria ascendente y hacia dentro de 15 cm. que bordea la glándula tiroide y esófago, que contusiona la vena yugular y la arteria carótida y llega a la fascia prevertebral, y la otra en región submandibular izquierda de 10 cm que bordea parótida y lesiona músculo esternocleidomastoideo. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros pasando a la clínica San Francisco de Asís a cargo de la Fraternidad. Pronóstico: Muy grave. Firmado: Dr. García Padrós".

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